Los libros que se ocultan (derecho de inédito)

¿Quién pensaría escribir un libro solo por el placer de las letras? ¿Qué acaso la locura de enriquecerse no le ha bendecido?

¿Quién se obsesiona con mantener guardado un fichero, porque el libro todavía no es lo suficientemente perfecto para ver la luz? ¿Qué los animadores del “aquí y ahora” no le han convencido?

¿Por qué hay gente que se encapricha en llevar sus pensamientos a la tumba? ¡Solo son unos egoístas que no comparten sus ideas!

Los libros que se ocultan están a nuestro alrededor, todos hemos escrito uno, pero hay a quienes se les antojan más íntimos que los secretos de alcoba.

Tienen el poder de avergonzar tanto, que las personas que se atreven a escribirlos, no dudan en taparlos con tu mano, si alguien se acerca a no más de un metro de distancia, todo por si las dudas.

Es natural, pues cada uno de ellos, además, de ser especiales, liberan nuestras emociones más profundas sobre nuestro mundo. Tenemos miedo que pensará la sociedad, las demás personas, inclusive nosotros mismo nos asombramos de lo que hemos escrito.

“Se oía mejor en mi cabeza” decimos constantemente.

Al derecho de mantener el secreto, se le llama derecho de inédito[2], derecho moral de mantener inédita la obra o el derecho de intimidad del autor[3]. Es el hijo rebelde del derecho de divulgación [3], que como se puede deducir, es el derecho de divulgar los libros a los cuatro vientos (de el hablare más tarde).

Inédito significa que la obra es algo que será solo para ti, hasta que ya no desees que asi sea. Cuando te has hecho de un <<tesoro>>, el ejemplar único en el mundo, que es exclusivo para ti,  puede quieras resguardarlo hasta el día de tu muerte.

Hablando de la muerte, asegúrate que, cuando ya no estés aquí, tu obra caiga en las manos adecuadas, pues de esa persona dependerá que tu secreto se mantenga. Eso no es algo fácil pues los ejemplos históricos de Virgilio y Franz Kafka [5] demuestran que la última voluntad, muchas veces, valen menos que la abaricía y la virtud del escritor fallecido.

Hay que recordar que lo inédito, es como la inocencia, tu obra aún no conoce el mundo, ni el mundo la conoce. Si se publicase, perderá también su inocencia y será para siempre.

Pero no te preocupes, que tu obra oculta también tiene numerosos aliados y como derecho moral que es, su punto se encuentra en la defensa ante todos los ataques, después de todo, para eso estamos los abogados (aunque mi identidades secretas sean ser jurista y escritor).

Fuentes:

[1] RODRIGO BERCOVITZ RODRÍGUEZ-CANO Y OTROS, Manual de Propiedad Intelectual, 2012, Editorial Tirant lo Blanch, 5°edición, Valencia

[2] MIGUEL ANGEL EMERY, Propiedad Intelectual, Ley 11.723, Comentada, anotada y concordada con los tratados internacionales, 2003, Editorial Astrea , 1ª Edicion, Buenos Aires .

[3] EDUAROD SERRANO GOMEZ (COOR.) Y OTROS, Obras Inéditas, Anónimas, Seudónimas, Postumas y Huérfanas,2014, Colección de Propiedad Intelectual, , Editorial Reus, S.A., 1ª Edición, Madrid.

[4] http://ruthcastellote.wordpress.com/2013/09/18/el-derecho-de-divulgacion-y-el-derecho-de-inedito/

[5] http://zafarranchosmerulanos.blogspot.com/2012/03/quemadlo-todo-virgilio-y-kafka.html

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